miércoles, 21 de julio de 2010

Sollozos

Aquella mañana parecía empezar como todas para Dorian. Autos que van salpicando las calles, gente caminando indiferentemente y el humo de las fábricas daban al ambiente un color gris. El sol estaba aún saliendo en lo que sería otro día húmedo y frío y sufrir el viento mañanero era lo más parecido a la rutina diaria del camino al colegio que conocía.Dorian caminaba por las calles,lo más lento posible, intentando retrasar la llegada al colegio todo lo que pudiera. De vez en cuando se miraba en algún reflejo de algún charco que se encontraba, y muy seguido se tocaba aquel pequeño bulto que se escondía con la bufanda. Aún le dolía, pero más allá del dolor físico, lo frustraba.
-Tal vez hoy sea distinto.-Se decía para sí Dorian.-Tal vez hoy alguien se da cuenta y los para.-Seguía diciendo Dorian con la cabeza agachada tapándose con la bufanda roja.
Cada vez faltaba menos,cada paso le acercaba más al colegio. Intentó tomárselo con filosofía(eso siempre decía el) pero no lo conseguía.
Al llegar al colegio, Dorian entra por la puerta principal, sube las escaleras donde después de recorer unas galerías llegaba a su clase. Iba con el tiempo justo,casi con retraso.
 Entonces entra en la clase donde ve que el profesor todavía no había llegado,y, un tanto nervioso, se sienta en su lugar, deja la mochila y suplica en silencio que nadie le preste atención. Despues de que entrara Dorian entró un chico, uno con el pelo oscuro que llevaba la mochila por un solo brazo. Lo miró.
-Eiii si es mi amigo Dorian!!-Grita el chico del pelo oscuro pasando por su lado y dándole un pequeño golpe en la cabeza. Dorian cierra los ojos, intentando aguantar sus lágrimas.
-Hoy tambien traés esa bufanda tan fea,quitátela.-Le dice el chico tirando de ella.
-Por qué no me dejás en paz?-Dice Dorian casi en un susurro
-Mirá que todavía te.....-Dice el chico levantándole la mano.En aquel momento entra el profesor en clase,y el chico se va a su asiento mientras que Dorian respira aliviado.
-Dorian, ¿tenés tanto frío que tenés que llevar puesta la bufanda?-Pregunta el profesor con una sonrisa.
-Si profe, es que tengo dolor de garganta.-Dice Dorian entrecerrando los ojos.Su profe no dice nada, prefiere empezar con la clase,le da igual si lleva o no lleva bufanda.
Al sonar el timbre, Dorian se levanta el primero par ir al baño,y nada más salir a la galería sale corriendo hacia éste, pero una mano repentina lo sujeta.
-¿A dónde vas tan deprisa Dorito?-Le dice un chico enorme. Entonces aparece el chico de pelo oscuro que había salido corriendo tras él.
-¿A dónde te ibas Dorian?-Le dice el chico de pelo oscuro dándole un golpe más fuerte en el cuello a Dorian.
-A ver la marquita que te dejé ayer.-Dice el chico enorme quitándole la bufanda de un tirón. Dorian intenta resistirse, pero el chico enorme es demasiado grande para el y le quita la bufanda.
-Mirá que lindo moretón!!!!-Dice el chico de pelo oscuro.
-Miren todos!!-Dice el chico enorme riéndose. Entonces un grupo de gente se acerca y lo mira, Dorian estaba completamente inmovilizado,y sus ojos empezaban a empañarse.
-Ohhhh, Dorian se va a poner a llorar como una nena.-Dice el chico de pelo oscuro.
Entonces aparece un profesor por una de las galerias y todo el grupo de gente se desmorona,dejando a Dorian solo, con el bulto violeta a la vista.
Era el profesor con el que acababan de tener clase que volvía porque se había olvidado uno de sus libros en el aula. Dorian se queda mirándolo,sin ni siquiera taparse la cara. Quería que lo mirase, que le preguntara porque tenía ese moretón, que se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, pero éste pasó de largo,sin siquiera inmutarse.
Dorian agachó la cabeza, agarró su bufanda roja y fue a clase.
A medida que pasaban las horas, Dorian iba recibiendo burlas, golpes y demás maltratos, hasta que sonó el timbre que da por terminadas las clases.
-Dorian!!!-Dice el chico de pelo oscuro alargando mucho la "o" y la "a". Entonces, con la bufanda roja de la mano y la mochila de otra, corre por la galería y sale del colegio, esperando que no le agarren. Sin embargo, estos dos chicos,ahora acompañados de otros cuatro,le perseguían,y como siempre,lo alcanzaron.
Todos los chicos rodearon a Dorian que los miraba a todos con la cabeza levantada,y mientras el caía al suelo entre insultos,patadas y demás golpes,su bufanda roja se iba mojando con el agua que caía en la callejuela.

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